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Focusing: un camino hacia el amor propio

Mujer joven sentada en un ambiente acogedor, con la mano en el corazón, reflejando introspección, autoempatía y conexión interna

Solemos sentir un banico de sensaciones que habitualmente rechazamos, ignoramos, juzgamos... Pero... ¿qué pasaría si comenzáramos a tratarlas con compasión, empatía y bondad? 

El amor propio no es tanto mirarse a un espejo y decirnos que nos queremos. Por supuesto que podemos hacerlo y a quien le vaya bien bienvenido sea, pero al hacerlo hay una parte de nosotr@s que no se lo cree. Que no le llega ese mensaje, pues esa parte no está en el espejo, está en nuestras entrañas. Es necesario ir a las honduras y comenzar acoger ese fondo.  Y es ahí, si empezamos a tratar nuestro sentir de una manera amable y bondadosa, es cuando comienza a cambiar nuestra relación interna y se abren las puertas de la sabiduría corporal.

Autoempatía

Tratar nuestras sensaciones con empatía significa reconocer su sentir, su historia, su existencia y sobre todo ponerse en su lugar. En el lugar del "tú" que vivió aquello que te ocurrió. Un reconocimiento puro, sin juicios ni reticencias.  Es darnos el completo permiso de sentir, de ser humanos y de acoger cada sensación como una parte valiosa nuestra. 

Mirarnos con empatía es mirarnos con comprensión, igual que lo haríamos con un amig@ cercan@ que está pasando por un momento difícil. Cuando nos permitimos sentir desde la empatía, creamos un espacio seguro dentro de nosotr@ donde podemos explorar nuestras sensaciones con libertad.

Compasión

Tratar a nuestras sensaciones con compasión es como darles un cálido abrazo, reconociendo que merecen y que merecemos cuidado y ternura, especialmente en los momentos difíciles. La compasión no es debilidad, es un acto de profundo honestidad interna en el que nos permitimos ser vulnerables y nos apoyamos mientras transitamos por ella.

De esa manera la autocompasión se convierte en un ungüento que envuelve las heridas que inician su sanación. Y en ese envolvernos de cuidado y ternura, en esa intención de que querer hacer algo bueno por y para nosotr@, nos damos cuanta de que merecemos amor, no sólo de los demás, sino también de nosotr@ mism@s.

Bondad

Cuando tratamos a nuestras sensaciones de la misma manera que tratamos a un ser muy querido, les estamos diciendo que nos importan, que son dignas de amor, cuidado y acogida. Y al hacerlo, nos estamos diciendo eso mismo a nosotr@s mism@s. Todo ello cultiva una relación interna basada en el amor, el autorespeto y la aceptación. Es un llevar a la práctica el darte lo mejor que puedas darle a tus sensaciones y ello a la vez es dártelo a ti mism@.

 Autoempatía, compasión, bondad

Tratar lo que sentimos con empatía, compasión y bondad, es tratarnos a nosotr@s mism@s de igual manera. Es reconocer nuestro valor intrínseco, independientemente de las circunstancias externas. Es la clave para construir una vida basada en el respeto propio, la paz interior y la armonía interna.

En este viaje hacia el amor propio, cada vez que elegimos ser amables con nuestro sentir, estamos fortaleciendo la relación más importante que jamás podamos tener: la que tenemos con nosotr@s mism@s. Y en ese acto, de manera natural, vamos sembrando semillas de amor en todos los aspectos de nuestra vida.

Pero no sólo eso, sino que el amor propio es el cultivo necesario para que puedan darse los procesos internos de Focusing. Esa es mi experiencia personal, fui descubriendo qué era el quererme, aceptarme, considerarme, escucharme, respetarme,...   conforme fui ahondando en Focusing.  Fui dándome cuenta que cuanto más amor propio, más mi cuerpo me transmitía su sabiduría. Que sin amor propio no hay Focusing. 

El lenguaje del cuerpo, 

es un lenguaje de amor.

 

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Te mando un sentido abrazo.