Ir al contenido principal

Sostener nuestro sentir: Un viaje hacia el autoconocimiento

 

Persona meditando junto a un río al amanecer, simbolizando la conexión con el cuerpo y la sabiduría interior.

En medio del ajetreo diario, con tantas cosas que atender, es fácil olvidar lo que sucede dentro de nosotros. Nos desconectamos, nos dejamos arrastrar por las distracciones, y en ese proceso, nos alejamos de nuestra verdad más íntima: aquella que susurra en cada sensación que surge. Porque, aunque lo olvidemos, cada sensación es una puerta hacia algo más profundo.

Nuestro sentir no es solo una reacción física, es una brújula sutil que si la escuchamos, nos guía hacia rincones inesperados de nuestro ser. Imagina por un momento que esas sensaciones que tratas de ignorar o justificar son mensajeras de una sabiduría que no se puede entender únicamente con la mente, pero que se percibe en el cuerpo como una corriente que te invita a detenerte, escuchar y sostener.

Detente y escucha el silencio de tu cuerpo

Cuando te permites detenerte y escuchar esas sensaciones, sin juzgarlas ni apresurarte a cambiarlas, algo empieza a transformarse dentro de ti. Es como si el río de tu vida, que a veces parece detenido, comenzara a fluir nuevamente. Y en ese flujo, descubres una sabiduría antigua, siempre presente, que espera paciente a ser reconocida.

Es aquí donde nace la magia de confiar en esa voz interna que no grita, pero que siempre está. Cuando sostienes esas sensaciones, cuando dejas de luchar contra lo que emerge desde lo más profundo de ti, empiezas a notar una dirección. No siempre es clara, pero es auténtica y firme. Es un recordatorio de que las respuestas que buscas no están fuera, sino dentro de ti, en tu cuerpo, en tu experiencia interna, en tu capacidad de sentir.

El mapa interior hacia tu verdad

Este viaje hacia el autoconocimiento no tiene rutas definidas, pero sí tiene algo invaluable: autenticidad. No hay reglas estrictas, solo la disposición a estar presente, a sostener lo que surja, sin juicios ni prisas. Y en esa disposición, descubres algo inesperado: un mapa interior que siempre ha estado ahí, esperando que lo sigas.

Ese mapa te guía hacia tu verdad más profunda, hacia esa esencia que, aunque a menudo olvidada, nunca se ha apagado. Solo estaba esperando a que hicieras una pausa y te permitieras volver a ti mismo, a ti misma.

 

Tu cuerpo es el mapa que trata de guiarte hacia tu verdad más profunda.

 

Si te ha gustado este texto compártelo, nunca sabes quién puede necesitar leer estas palabras.

 

Te mando un sentido abrazo.